Brasil, terra adorada … e por fim alterada
Emocionante, mesmo de longe, acompanhar os últimos acontecimentos no Brasil. Na Europa, a imprensa faz eco e aplaude cada manifestação do povo brasileiro. Destacam que nem a bola e o esporte amado e idolatrado, foram capazes de acalmar os ânimos. O que revela uma nação que cresce, ou melhor, realmente evolui. Muitos já falam de um novo Brasil, de uma nova era brasileira.
As fotos da violência policial proliferam, mas também as que mostram a irreverência de um povo que simplesmente cansou de ser o país do futuro. Oh, slogan chatinho esse, né?! Voltamos a poder cantar “quem sabe faz a hora, não espera acontecer”. Também achei interessante a volta do “Cálice” de Chico Buarque, em um video que assisti no Facebook.
Por aqui a imprensa entendeu antes da brasileira que as pessoas saíam às ruas impulsionadas pelos R$ 0,20, mas que na realidade isto havia sido apenas a gota d´água de tantos problemas maquiados e envolvidos em doses cavalares de corrupção.
O que posso fazer desde aqui? Posicionar-me como veículo de comunicação. Apoiar e mostrar como que se vê desde Espanha esta Revolução. E pedir que a polícia e os políticos tenham um mínimo de sentido comum.
El Mundo – 16/junho/2013
Extratos do artigo: Patria amada e abandonada
“Un partido, dos Brasil. Sobre el campo, Neymar; fuera, las protestas y las cargas de la policía. Brasilia, la capital trazada por las curvas del arquitecto Oscar Niemeyer, de un Brasil irreal, fue el lugar donde este país escenificó su contradicción, los desequilibrios de un crecimiento desaforado que lo ha llevado al espejismo de la macroeconomía. La octava posición mundial en las cifras no impide pasar por todos las posiciones de la escala cuando se viaja de las favelas, en Recife o en Río de Janeiro, a la primera línea de mar, a Boa Viagem o Copacabana.
(…)
Lo único que los brasileños piden, y con razón, es que su reparto sea justo. La pelota no les colma, y eso sí es una prueba de que Brasil avanza.”
El País – 17/junho/2013
Extratos do artigo: ¿Por qué Brasil y ahora?
(…)
Quieren hospitales con dignidad, sin meses de espera, sin colas inhumanas, donde sean tratados como personas. Quieren que no mueren 25 recién nacidos en 15 días en un hospital de Belem, en el Estado de Pará.
Y quieren sobre todo lo que aún les falta políticamente: una democracia más madura, en la que la policía no siga actuando como en la dictadura; quieren partidos que no sean, en expresión de Lula, un “negocio” para enriquecerse; quieren una democracia donde exista una oposición capaz de vigilar al poder.
Quieren políticos con menor carga de corrupción; quieren menos despilfarro en obras que consideran inútiles cuando aún faltan viviendas para ocho millones de familias; quieren una justicia con menor impunidad; quieren una sociedad menos abismal en sus diferencias sociales. Quieren ver en la cárcel a los políticos corruptos.
¿Quieren lo imposible? No. Al revés de los movimientos del 68, que querían cambiar el mundo, los brasileños insatisfechos con lo ya alcanzado quieren que los servicios públicos sean como los del primer mundo. Quieren un Brasil mejor. Nada más.
(…)
Y a los jóvenes brasileños, que han crecido y tomado conciencia no solo de lo que tienen ya, sino de lo que aún pueden alcanzar, les está faltando justamente que les dejen ser más protagonistas de su propia historia, más aún cuando demuestran ser tremendamente creativos.
Que lo hagan, eso sí, sin violencia añadida, que violencia ya le sobra a este maravilloso país que siempre prefirió la paz a la guerra. Y que no se dejen coptar por políticos que intentarán montarse sobre su caballo de protesta, para vaciarla de contenido.
En una pancarta se leía ayer: “País mudo es un país que no muda”. Y también, dirigido a la policía: “No disparéis contra mis sueños”. ¿Alguien puede negar a un joven el derecho a soñar?.
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Imagens e extratos de textos: El País y El Mundo